Foto: Oaxaca Capital / Acción Nacional / PRD / Gobierno de Jalisco
Al menos once candidaturas y una lluvia de beneficios para el PAN y PRD se lograron gracias al chantaje de último momento, al que el entonces presidente Enrique Peña Nieto cedió para poder lograr que se aprobara la Reforma Energética. Entidades como Baja California, Puebla, Aguascalientes, Durango, Nayarit, Querétaro y Tamaulipas sirvieron de moneda de cambio.
En columna invitada para Plaza de Armas, el periodista Rivelino Rueda quien cubrió la fuente del Senado de la República de 2007 a marzo de 2018 para El Financiero y dio seguimiento a las reformas derivadas del Pacto por México, narró cómo un grupo de legisladores del PAN y PRD no quedaron conformes con los acuerdos previos y el día de la votación, optaron por el chantaje.
Fue un exsenador de Acción Nacional, que en ese momento fue integrante de la Comisión de Puntos Constitucionales, el encargado de narrar todos los detalles. Su fuente, que prefirió guardar el anonimato, indicó que los mismos senadores del PRI, que sabían lo que significaba la privatización de la industria petrolera, así como los del PAN, que ya estaban convencidos de dar su aprobación, al final elevaron el costo de su voto y comenzaron a chantajear, solicitando gubernaturas, alcaldías o apoyo económico.
Narran que ante la desesperación porque la Reforma Energética se aprobara, Peña Nieto aceptó con la condición de que «no se ventilarían actos de corrupción de gobiernos del PRI y se plegarían a cualquier disposición del gobierno federal que compitiera a sus estados».
«Así, Mendoza Davis salió con la gubernatura de Baja California en la bolsa. Lozano Alarcón con la promesa de la gubernatura de Puebla, a reserva de que lo determinara el mandatario local en aquel momento, Rafael Moreno Valle; y Mariana Gómez del Campo con la delegación Benito Juárez de la Ciudad de México para su ex pareja sentimental, Jorge Romero. Además, Martín Orozco Sandoval con el gobierno de Aguascalientes. José Rosas Aispuro con el de Durango. Martha Elena García Gómez con la gubernatura de Nayarit para su hijo, Antonio Echevarría García, hoy mandatario de ese estado. Francisco Domínguez Servién con la gubernatura de Querétaro, y Francisco García Cabeza de Vaca con el gobierno de Tamaulipas», escribió Rueda.
Y añadió: «Fernando Yunes Márquez cumplió la encomienda de su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, para hacerse del gobierno de Veracruz en los comicios de 2016, y a María Luisa Calderón se le prometió otra vía de solución, ya que el presidente ya había comprometido la gubernatura de Michoacán, tras la firma del Pacto por México, para el perredista Silvano Aureoles Conejo, luego de negociar con el entonces Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, y con los dirigentes del PRD Jesús Zambrano Grijalva y Jesús Ortega Martínez. Estuvo también, El hoy gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, mientras que otros de los senadores perredistas que se prestaron a esa simulación fueron Angélica de la Peña, esposa de Jesús Ortega Martínez; Sofío Ramírez Hernández; Armando Ríos Píter; Isidro Pedraza Chávez; Adolfo Romero Lainas, la petista Martha Palafox Gutiérrez; Luis Sánchez Jiménez, e Iris Vianey Mendoza».
Con información de Plaza de Armas.